Honramos la historia, pero al mismo tiempo abrimos las puertas al presente, invitando a nuevas generaciones y familias a ser parte de esta comunidad que crece con orgullo y sentido de pertenencia.
centro vasco francés
¿Quiénes somos?
En el Centro Vasco Francés, llevamos más de un siglo cultivando una historia que combina tradición, deporte, cultura y amistad. Nacimos como un punto de encuentro para la comunidad vasca y francesa, y con el tiempo nos hemos convertido en un lugar abierto a todos, donde se respira calidez y sentido de pertenencia.
Nuestro trinquete, con más de 100 años de actividad, es uno de los espacios deportivos más emblemáticos del país. Aquí se vive y se transmite la pasión por la pelota a paleta, un deporte que no solo exige destreza física, sino que también fomenta el compañerismo, el respeto y el orgullo por nuestras raíces. Cada partido es una muestra de técnica y dedicación, y una oportunidad para que nuevas generaciones conozcan y abracen esta disciplina.
La cultura ocupa un lugar central en nuestra vida institucional. A través de talleres, celebraciones, conciertos y encuentros, mantenemos viva la herencia vasca y francesa que nos define. Compartimos su música, su gastronomía, su historia y su lengua, para que cada generación pueda conocer y valorar la riqueza de estas tradiciones. Nuestro compromiso es ser un puente entre el pasado y el futuro.
Identidad y tradición
Por los años de 1890 un grupo de hijos de Iparralde se reunían en la Curtiembre de los hermanos Jean y Pierre Hourcade, en el barrio de Almagro,situada en la calle Victoria (hoy Hipólito Yrigoyen), donde había una pequeña cancha de pelota, un despacho de bebidas y un restaurante reservado para el personal de la empresa. Este grupo de vascos, comerciantes y hacendados en su mayoría, en una atmósfera de optimismo resolvieron convocar a otros vascos franceses para tener su propio centro de reuniones.
Tiempo después, luego de deliberaciones entre los miembros de la comunidad, en Buenos Aires el 1° de Abril de 1895 deciden formar un Centro de Reuniones integrado esencialmente por Vascos Franceses con el objeto de fomentar y estrechar los lazos entre los miembros de la Colonia.
Nuestra raíz vasca es uno de los pilares que nos sostienen. Heredamos de ella la pasión por la pelota paleta, el orgullo por la lengua y la cultura euskera, y un profundo sentido de comunidad que nos impulsa a cuidar y fortalecer los lazos entre generaciones. Conservamos costumbres como la gastronomía tradicional, la música y las celebraciones típicas, transmitiendo a cada socio y visitante el espíritu de trabajo, perseverancia y fraternidad que caracteriza al pueblo vasco.
El País Vasco, con su idioma milenario, su fuerte sentido comunitario y su pasión por la pelota, ha sido siempre una fuente de inspiración para nuestra vida social y cultural. Desde sus montañas y costas llegó a la Argentina un legado que combina el amor por la gastronomía, la música, la danza y el deporte, especialmente la pelota paleta, que es parte esencial de nuestra identidad.
Mantener vivas estas tradiciones no solo honra a quienes nos precedieron, sino que también fortalece el vínculo entre generaciones y nos conecta con una herencia que sigue latiendo con fuerza en nuestro presente.


Socios fundadores
La historia del Centro Vasco Francés de Buenos Aires comenzó a escribirse gracias a la visión y el compromiso de un grupo de vascos franceses que, en 1895, decidieron unirse con un propósito común: preservar sus raíces, fomentar la amistad y crear un espacio de encuentro para la comunidad.
Estos hombres, comerciantes, hacendados y trabajadores, compartían un profundo sentimiento de pertenencia y la convicción de que la unión fortalecería sus lazos culturales y humanos en una tierra que los recibía con nuevas oportunidades.
Fue así como, el 1° de abril de 1895, dieron vida a una institución que con el tiempo se convertiría en uno de los pilares de la colectividad vasca en la Argentina.
Gracias a ellos, el Centro Vasco Francés se convirtió también en un lugar de memoria, cultura y tradición.